— ¿Qué? -- Sabia perfectamente de que me estaba hablando, pero quería comprobarlo.
—Emm, si, ya… debe estar en clases —Me miró incómodo, debió de adivinar el hecho de que su hijo ni si quiera fue capaz de avisarme
—Oh, que… que tonta —Miré hacia un lado— Bueno,me tengo que ir —Sonreí con falsedad.
Me di la vuelta con la frente en alto y una sonrisa falsa, apenas escuché portazo de la puerta el nudo en la garganta apareció. Se que posiblemente sonara patético, o que estaba exagerando las cosas,no lo sé, pero contando con que practicamente huyo de mi casa ayer, podía deducir una sola cosa: Algo estaba pasando y Justin trataba de esquivarme por ello.
Estaba cabreada ,siempre nos poníamos de acuerdo para venir al instituto. Cuando él todavia no tenia el carnet para conducir, solíamos caminar mas o menos 7 interminables manzanas,la misma cantidad de manzanas que tendría que andar yo sola hoy.
Como era de esperar tuve que pedir un papel firmado por la directora para poder entrar en clases.
Entré y caminé decidida al puesto libre al lado de Justin.
—Gracias ¿Eh? En serio, Gracias —Le dije más que enfadada mirando como escribía concentrado en su cuaderno ¿Qué? ¿Acaso tampoco saludaba ahora? — Oye, estoy aquí ¿Me ves? Caminé siete putas manzanas gracias a ti.
— ¿No cogiste un taxi? —Preguntó sin ni siquiera mirarme, seguía escribiendo apuntes.
—Tenía el dinero justo para el desayuno.
—Oh… entonces lo siento —Me dijo aun pasando del tema.
Me quedé en silencio, ¿Por qué se comportaba así? Me hacía sentir como una subnormal.
Luego de unos minutos decidí hablar una vez más aver si le sacaba algo ahora.
— ¿Te da igual? ¿No te importa? Por lo menos hubieses avisado, sabes que no me molesta.
—Ya lo he dicho, lo siento.
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Mordí mi lengua y conté hasta diez antes de decir nada… ¿Qué he hecho para que me tratara así? Nada que recuerde, no más que besarnos como si no hubiese un mañana...ser su "novia" lo que el quería.la simple idea de recordar aquel momento me pone los pelos de punta, había sido uno de los momentos más felices de mi vida.
La campana anunciando el primer cambio de clases sonó, me quede sentada en la mesa, esperando a que Justin reaccionara diciéndome algo, pidiendo aunque sea un pequeño perdón, pero no, guardó sus cuadernos, se levantó de la silla, la puso en su lugar y salió con la mochila colgada al hombro de la clase
Me quedé mirando como se iba dejándome flipada en mi mesa, si no estaba segura de que algo estaba pasando, ahora ya estaba absolutamente convencida.
—Hola —Me dijo la voz de..Christian.
—Hola —Le sonríe,no podía andar de antipática por la vida gracias a Justin.
—Así que de novia con Bieber ¿No? —Se sentó en la silla de enfrente y me miró.
—Si, eso creo.
—Lo vi hablando esta mañana, antes de que sonara la campana, con Caitlin, ¿No te molesta que hable con su ex?.
¿Qué? ¿Por qué coño Justin hablaba con Caitlin? No lo haría hasta que nuestro plan funcionase... ¡Joder! ¡La había cagado!
— ¿En serio? —Volví a fingir una sonrisa, esta vez más cínica que nunca, empazaba a dejar mi falsedad atrás— No ¿Sabes? No me molesta en absoluto, no me molesta nada de lo que Justin haga, es su vida, que haga lo que quiera con ella, ahora con tu permiso tengo que ir a comer algo antes de que vomite.
Salí de la clase con grandes pasos, estaba enfadada, cabreada y muy, muy en el fondo tenía una cierta tristeza.
Iba directamente a mi taquilla, necesitaba hablar con alguien y sabía que me encontraría con una de mis amigas, seguramente o Paula o Nicki estarían alli ¿Pero dónde estaban cuando las necesitaba? Oh claro, lo olvidada… celosas de mi relación con Justin.
Al doblar la esquina del pasillo que me llevaba a mi taquilla, no pude encontrarme con mejor escena que a una chica castaña apoyada en MI taquilla y a un chico de rostro bastante familiar presionado sus labios con los de ella. Justin y Caitlin.
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