Minutos después..
Nos besábamos con descontrol, como si nuestras vidas dependieran de ello y las caricias no paraban, ni parecían acabar en algún momento.
Nuestros cuerpos poco a poco se iban agotando y la resistencia iba desapareciendo. Gemí delicadamente sobre sus labios cuando lo sentí llegar dentro de mí. Cuando menos lo esperé me abrazó con fuerzas, refugiándome en sus fuertes y protectores brazos.
Sentía su corazón casi tan agitado como el mío, sentía como respiraba con dificultad y trataba de recuperar el ritmo. No estaba en muy diferentes condiciones que yo que digamos.
Sentía su corazón casi tan agitado como el mío, sentía como respiraba con dificultad y trataba de recuperar el ritmo. No estaba en muy diferentes condiciones que yo que digamos.
—Ahora… ahora… ¿Cómo piensas que llegue así a la cena? —Preguntó con la voz aún agitada y solo sonreí ante la pregunta.
Salimos rápido de la ducha, después de todo teníamos que darnos prisa, la familia entera, más la cosa con cientos de kilos de maquillaje a quien Justin le llama novia, debían estar esperándonos.
—¿Como estoy? —Apareció por la puerta del baño con el pelo peinado y como si nada hubiese pasado
—Como si nunca hubieras hecho el amor con tu mejor amiga —Dije como si esas fueran las palabras más normales del mundo, mientras me maquillaba delante del espejo. No lo escuché decir nada, seguramente no era la frase que esperaba escuchar. Sentí sus manos en mis hombros. Apegó su cara a la mía y me miró a través del cristal.
—Deberías callarte esa clase de comentarios —Sonrió guiñandome el ojo.
—Lo siento —Carcajeé— Es mejor que te vayas yendo, solo diles que estaré alli en un par de minutos, a fin de cuentas no me voy a perder, vives a dos manzanas de aqui.
—Vaaaale...nos vemos en un ratito —Me dio un beso fugaz y salió de la habitación, dejándome acompañada del vapor que todavia habia en al baño. Apenas escuché el sonido de la puerta, suspiré.
Aún no podía creer que era lo que había ocurrido hacia un par de minutos dentro del baño de mi casa, de mi habitación.
Había estado con Justin, algo que no hubiera imaginado en mi vida. A pesar de que mis piernas aún temblaban, me puse de pie y caminé al armario para sacar algo para estar mucho más guapa que… Caitlin, después de lo que había ocurrido, tenía prepararme para entrar en juego.
—HOLA FAMILIAA!!!—Sonreí inocente apenas entré en la casa de los Bieber.
— ¡Por fin! —Dijo Jaxon(ACLARACIÓN, AQUI TIENE UNOS 9 O 10 AÑOS) con la expresión más infantil que podía haber visto— Estoy muriendome de hambre y mi madre no quería servir la cena hasta que no estubieras —Corrió hacia mí, me cogió de la mano y practicamente me tiró a mi silla— Mamá ¿Ahora podemos cenar? —La miró con ojos de perrito.
Al final terminamos todos sentados en la mesa disfrutando de la maravillosa compañia,nótese la ironía.
—Yo ayudo —Dije sonriéndole a Pattie que se levantó de la mesa para retirar los platos.
— ¡Oh! no cariño, quedate aqui con los chicos y hablais.
—No se nieguen, ya lo tengo más que decidido.
Hacíamos un buen equipo en cuanto a lavar, secar y guardar, mientras que los hombres veían el fútbol y los chicos… sabe dios que hacian… ¡DEACUERDO Confesaré, que mi repentina voluntariedad era solo para esquivar a Justin y su novia, me jodia demasiado verlos juntos y lavar los platos más escuchar las historias que comentaban Pattie y mi madre, era un plan mucho mejor.
—Ya está todo perfecto, puedes ir con los chicos.
Solo sonreí, no me daba cuenta que ser amable, simpática y compañía con los padres de Justin, me daba puntos y Caitlin… solo obtenía un rotundo y gran cero.
Salí de la cocina y sin ánimos caminé hacia la habitación de donde provenían las risas y gritos de los chicos. Estaba a tan solo pasos de entrar, cuando una mano me jaló muy fuerte dentro de un cuarto, el baño.
Salí de la cocina y sin ánimos caminé hacia la habitación de donde provenían las risas y gritos de los chicos. Estaba a tan solo pasos de entrar, cuando una mano me jaló muy fuerte dentro de un cuarto, el baño.
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