Siendo torpe y sin darme cuanta de por donde iba corriendo, tropecé con una de las mesitas decorativas del pasillo, pero en microsegundos una mano me aguantó para no caer al suelo y evitar un buen colpe.
—Dios, dame las gracias, sino.. estarias en el hospital —Suspiró con el mismo alivio que yo sentía por no haber caído al suelo. Quien va a ser si no? Pues Ryan.
—Muchas gracias —Susurré haciendo un gran esfuerzo para que mi voz no delatara lo mal que estaba, pero fue aún peor, habia soltado mas gallos que Selena Gomez en un conci..bueno mejor no digo nada.
—_______… ¿Estás bien? —Buscó mi mirada que estaba escondida bajo mi flequillo.
Asentí con la cabeza, pero ya era tarde, las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas y a Ryan era imposible negarle más de una vez en cuanto a los sentimientos, sabía a la perfección cuando estaba bien o cuando me sentía más que pisoteada.
—Dios… —Susurró— Ven aquí.
Tomó de mi mano y me llevó como si fuera una muñeca de trapo por el pasillo directo a su habitación.
Me dejó sentada en su cama y se dedicó a encender unas cuantas luces de la habitación, la verdad es que su cuarto era muy bonito para ser un tío, eso si.. la ropa tirada por ahí no se la quita nadie, según el.. guarda las cosas a su manera, sabe donde está todo.
—¿Que se supone que ha hechoJustin ahora? —Susurró con un cabreo enorme, sentándose a mi lado, nunca había notado su preocupación por mí, y ahora, luego de que me confesara que está detrás mía, era difícil no notarlo.
—Nada, es solo… una gilipollez de las mias, no te preocupes —Traté de sonreír y miré hacía mis pies, si lo miraba a la cara, le soltaría todo.
—Se lo inútil que es Justin, así que no te creo -- hasta en los peores momentos solía sacarme una sonrisa.
Me veía obligada a contarle lo que me pasaba, pero era bastante incómodo si tenía presentes sus sentimientos hacia mi.
—Dijo algo que… no debí haberlo tomado a mal, pero sabes lo sensible que soy, era de esperar que reaccionara así —Y de alguna forma me las ingenié para no contarle lo que sucedía, ya no podía decírselo todo.
—Entonces debe tener mas cuidado, es increíble que se conozcan hace tanto tiempo y no sepa como dirigirse hacia ti —Sonrió con los ojos brillantes.
Sabía porqué lo decía, el siempre me trató con respeto, cariño y sabía muy bien las palabras adecuadas al dirigirse a mí, se podía decir que era la persona que nunca en la vida me había hecho algún tipo de daño y estaba segura de que nunca lo haría.
—Es que tu si sabes como tratar a las personas —Sonreí y por primera vez miré a los ojos sin tener alguna sensación incómoda.
—Y por eso creo que debería enseñarle un poco a Justin —Soltó una carcajada
—No estaría mal — Me reí junto a el y le toqué el hombro ( no se si me entendeis, en plan tíos LOL)
—Oye preciosa, no debes sentirte mal por eso, sabes que tarde o temprano Justin irá de rodillas pidiendote perdón, tu solo haz como si no te importara —Y estaba en lo correcto, era tal cual como debía ser.
—Creo… que ese es el mejor consejo —Sonreí.
—Hamm… y oye, se que quizás lo de hace un rato fue incómodo, te debo una disculpa, creo que está bien que seamos solo…
—Amigos —Interrumpí con una mirada y sonrisa comprensiva.
El sonrió y extendió los brazos, nada en estos momentos podía ser mejor que recibir un abrazo de su parte.
Me quedaría siglos estando ahí, una amistad como la que ofrecía Ryan era imposible de rechazar.
— ¡Ahá! ¡Con que ahora corres a sus brazos! ¿NO? ¡PERFECTO! PODEIS IROS A LA MIERDA??? —Su molesta, cabreada y enfadada voz apareció en un instante en la habitación.
Deshice el abrazo que sosteníamos y miramos en dirección a la puerta, era obvio, Justin.
Ryan deshizo el abrazo enseguida, mientras que yo lo solté sin ánimos, desearía estar entre sus brazos todo el tiempo que fuese posible, era una sensación tan cálida que era imposible que otras personas pudieran igualarlo.
Miré vagamente a Justin que se encontraba de brazos cruzados, y los pies pegados como si estubieran pegados al suelo, junto a la puerta. Legué a sorprenderme con sus expresiones tan frías, molestas… serias.
—Creo que Justin está empeñado en seguir discutiendo, será mejor que me marche ya —Le dije como si Justin no estubiera en la habitación.
Solo sonrió desanimado y asintió con la cabeza. Besé su frente, me puse de pie y cuando me vi dispuesta a continuar, Justin habló con el tono de voz alto.
— ¿Así que te vas? ¿Así como así? Me huele a cobardía
—No es cobardía, se llama ignorar —Dije con una irónica sonrisa y volví a dar unos cortos pasos.
—Claro, claro… es que ahora prefieres ir en busca de consuelo con el chico que está ¡Taaaaaaaaaan enamorado! de ti —Sonrió victorioso, como si se tratara de un juego, de una competencia por quien daba la mejor argumentación.
 
Hola!:) me gusta,te sigo va?
ResponderEliminarte dejo el mio pra pasarte:
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un beso guapa!